Hay veces que fenicios, romanos, cartagineses y otros navegantes tiran de su quilla para llevarlo a otras aguas, a otros puertos, pero él aguanta firme. No quiere quedarse sin el cante por alegrías.
Los jueves de julio y agosto el Tamasma se prepara para una corta travesía. No teme levante o poniente, presuroso cruza la bahía y atraca en el Puerto de Cádiz.
Desde el muelle aguza el oído y llega a escuchar el cante organizado por la Peña Flamenca de Enrique el Mellizo en el Baluarte de la Candelaria.
Al día siguiente de mañana el Tamasma se vuelve a Rota con las alegrías aprendidas.
“Mirándome en tu bahía
cuantas cosas yo he aprendío
pa contársela yo al mundo
cantando por Alegría”
José Anillo, Cádiz 1978
“Vi relucir dos luceros
en la Bahía de Cádiz
y eran tus ojillos negros
que me decian te quiero”
Camarón de la Isla, Isla de San Fernando (Cádiz) 1950.
Oleeeeee
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